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Reseña del libro: “Nuestro desafío ambiental: Diecinueve expertos hablan sobre el impacto del cambio climático en Colombia y sus retos socioeconómicos con el Proceso de Paz y la pandemia del covid-19” de Nicolás Wild Botero

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Por: Carolina Montes Cortés

Con el fin de analizar un tema de gran actualidad, Nicolás Wild Botero recogió las opiniones de diecinueve expertos quienes presentaron los principales retos que debe enfrentar el país en materia ambiental. De la mano del entrevistador (Wild Botero), estos expertos expusieron sus ideas en torno a la problemática del cambio climático analizando situaciones coyunturales como el Proceso de Paz y la reciente pandemia del Covid-19.

En nueve capítulos se explican las causas de la crisis ambiental que afronta el país y se identifican las posibles soluciones para contenerla. Dentro de los expertos entrevistados figuran reconocidos ambientalistas y otras personalidades que, por su trayectoria en el sector público, cuentan con una visión integral del país que abarca el tema ambiental. Aspectos como la deforestación, la pérdida de biodiversidad, los daños de la minería ilegal, la contaminación de los centros urbanos, el desarrollo sostenible y la afectación de los mares y océanos, entre otros, abarcan las problemáticas más relevantes de los últimos tiempos en el país.

El prólogo a cargo de Manuel Rodriguez Becerra, evidencia cómo la crisis ambiental que afronta hoy el país ha sido el resultado de un contexto de luces y sombras cernidas sobre las estrategias de protección ambiental. Señala que esta crisis ha sido agudizada “por el cambio climático y la alarmante pérdida de integridad de la biósfera como los dos fenómenos de mayor jerarquía y que han sido producto de la acción humana”. Hace referencia a la permanente trasgresión de la humanidad a los límites que impone la ley natural al desarrollo económico y social y a las duras consecuencias que deberán afrontar las futuras generaciones como resultado de tales trasgresiones. De esta forma, hila su argumento con el contenido del libro y los análisis que en él se incluyen sobre deforestación, pérdida de la biodiversidad, afectación de los océanos y contaminación ambiental de los centros urbanos, entre otros temas. Así, mostrando su experiencia y dando cuenta de una gran solidez en el manejo de los temas ambientales, el prologante analiza aspectos los institucionales, políticos y jurídicos del país entrelazándolos con la presentación de cada capítulo del libro. 

Abriendo el capitulado del libro, en la primera sección, Martín von Hildebrand, Rodrigo Botero y Gabriela Eslava analizan la preocupante deforestación del país y sus impactos sobre el cambio climático. Los expertos evalúan cómo las actividades antrópicas (construcción de centros urbanos, agricultura y ganadería), se han erigido en protagonistas del acelerado aumento de la deforestación en el país, siendo especialmente preocupante aquella que afecta la región amazónica, toda vez que ni antes ni después del Acuerdo de Paz, se ha acompañado suficientemente el proceso de protección de los bosques frente al fenómeno de la deforestación; además, la cooperación internacional, para estos efectos, también ha resultado ser insuficiente. Sobre el particular, afirman los expertos que “para frenar la deforestación hay que enfocar nuestros esfuerzos en mirar donde están las fuerzas de financiación…” las cuales son s responsables de la deforestación tanto en las zonas de resguardo indígena como en otras regiones del país.    

Seguidamente, y en estrecha relación con el tema de la deforestación, el capítulo dos abarca la pérdida de biodiversidad como una de las problemáticas más sensibles del país. Allí, Germán Andrade y Brigitte Baptiste plantean cómo la perdida de la biodiversidad en Colombia sigue en aumento con las consecuencias que esta tiene para la estabilidad de los ecosistemas. Para los expertos, tanto el conflicto interno (pre y pos-acuerdo) como la ocupación productiva han sido responsables, en gran medida, de la transformación que sufren los ecosistemas colombianos (marítimos y continentales). Sobre el particular, Baptispe afirma que se debe reforzar la política forestal haciendo énfasis en una política para la siembra. Se recuerda que, junto a la deforestación, se presenta el fenómeno de pérdida de biodiversidad pues, los bosques son la fuente por excelencia de hábitats para un gran porcentaje de especies en el país. 

Por su parte, el tercer capítulo del libro aborda el tema del daño colateral derivado de la minería ilegal que se desarrolla en diversas regiones del país. En este capítulo, la exministra de Minas y Energía María Fernanda Suárez Londoño, además de los temas energéticos nacionales, analiza las causas de crecimiento de la minería ilegal en Colombia, los resultados alarmantes de los censos mineros en torno a la ilegalidad en la extracción del oro y propone diversas soluciones para combatirla, no sin antes evaluar las dificultades del proceso de formalización de los mineros ilegales y artesanales. Menciona las afectaciones que han tenido algunas comunidades étnicas por causa del mercurio utilizado en la minería ilegal, la cual ha servido como fuente de financiación de grupos al margen de la ley tanto antes como después del Proceso de Paz.

En el cuarto capítulo, José Saulo Usma y Gustavo Wilches-Chaux analizan los retos que tiene el país para garantizarle a la población el acceso al agua potable y las estrategias que debería desplegar del Estado para revenir su escasez. Destacan la importancia de permitirle el acceso al agua potable a la población más vulnerable y llaman la atención sobre como “gran parte de la contaminación del agua de los centros urbanos proviene de los fosfatos del baño, de las lavadoras, y de los detergentes”; poniendo en evidencia, con ello, las falencias en la gestión de las aguas residuales a nivel nacional y citan como ejemplo  el caso del río Bogotá el cual “sigue tremendamente contaminado y se está gastando el ochenta por ciento del presupuesto en una remoción que no se ve”. Asimismo, refieren la contaminación hídrica proveniente de la minería ilegal como una amenaza para la calidad de las aguas la cual demás ha dejado “paisajes irreparables, llenos de grava, roca y arena…”, minería que en muchos casos ha sido utilizada para financiar grupos al margen de la ley.

Por su parte, la sensible problemática de afectación de los mares y océanos es analizada por Sandra Bessudo y María Claudia Diazgranados en el quinto capítulo del libro. Las expertas afirman que, además de los riesgos que supone para los ecosistemas el aumento de la temperatura a causa del cambio climático y la concentración de partículas de plástico en los océanos y otros contaminantes, otro factor clave que no puede descuidarse es la acidificación de estos cuerpos de agua; resaltando, con preocupación, lo poco que conocemos este fenómeno. En torno a la acidificación de los océanos, afirma una de las expertas que “los niveles de medición son pocos y creo que eso tiene aún mayores afectaciones negativas sobre las especies y los ecosistemas que la misma temperatura”.  

Otro elemento clave para tener en cuenta, como parte de la actual crisis ambiental que sufre el país, es la contaminación en los centros urbanos incluido, tema incluido en el capítulo sexto del libro y abordado por Daniel Bernal; análisis que se encuentra estrechamente relacionado con el capitulo siguiente, el séptimo, desarrollado por Bart van Hoof y María Mercedes Maldonado sobre ciudades y economía circular. En ambos capítulos se analiza cómo los centros urbanos generan grandes desafíos ambientales que involucran un gran número de factores que se deben tener en cuenta para una adecuada gestión ambiental urbana. Según los expertos, desde la contaminación del aire, pasando por la afectación al recurso hídrico, hasta la generación de los desechos, son retos que los gobernantes locales deben asumir para garantizar la convivencia armónica de la sociedad con la naturaleza. Se afirma que “es muy importante asumir de manera integral y desde una mirada socioambiental” la problemática de las ciudades, más aún, si se tiene en cuenta que Colombia es “un país muy urbano” que está “de espaldas a la ruralidad”.  De este modo, aseguran los expertos entrevistados, que la contaminación ambiental proveniente de los centros urbanos y su contribución al cambio climático, nos va a ir cerrando las posibilidades de desarrollarnos y nos va a conducir, indefectiblemente, a transformar nuestra economía en una economía circular.

Sobre la base de lo expuesto, el penúltimo capítulo, el octavo, se analizan las iniciativas del desarrollo sostenible. En él, Paula Caballero, Julio Carrizosa Umaña y Margarita Marino de Botero, de la mano del entrevistador, evalúan la evolución de este concepto en el ámbito nacional e internacional y el logro alcanzado en la formulación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como un camino para su materialización. También resaltan la importancia de la transformación del modelo económico como camino que conduce al logro del desarrollo sostenible. Sobre el particular, se sostiene en este capítulo que en el país “sufrimos de una miopía que nace a raíz de los ciclos políticos de cuatro a cinco años y de proyectos donde buscamos resultados inmediatos”, esto impide que hagamos proyecciones a más largo plazo. Por esta razón, se hace un llamado para se promueva la creciente y efectiva participación de los jóvenes, como una estratega para superar la crisis ambiental que vivimos.

Finalmente, el capítulo 9 desarrolla un tema coyuntural como es el asesinato de líderes ambientales e indígenas. En este capítulo final, Patricia Tobón Yagarí (Indígena del pueblo embera), Manuel José Cepeda Espinoza (exmagistrado de la Corte Constitucional) y Juan Manuel Santos Calderón (expresidente) evalúan las falencias y fortalezas del reconocimiento constitucional de la diversidad étnica y cultural del país. Los entrevistados analizan el que tuvo el impacto del conflicto armado en los derechos culturales y ambientales de las comunidades más vulnerables el cual se vio acentuado por la ausencia del Estado en las zonas más afectadas por la violencia. 

Sobre esta publicación quiero resaltar dos temas que, debido a su importancia, son abordados de manera transversal: (1) la tragedia ambiental que vive Colombia debido al acelerado proceso de degradación ambiental y; (2) el impacto que para el medio ambiente del país trajo la firma del Acuerdo de Paz.

En cuanto a la tragedia ambiental que vive el país, recientes estudios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) confirman que la situación ambiental de la región es, efectivamente, una tragedia. Según sus autores, aunque la región es rica en recursos naturales y en biodiversidad, su deterioro avanza inexorablemente pese a los esfuerzos de sus Gobiernos por detenerlo; su vulnerabilidad al cambio climático, la hace enfrentar grandes retos en torno a la protección ambiental debido al desequilibrio social y económico que conlleva a un uso insostenible de sus recursos naturales por lo que esta ad-portas de un colapso ambiental y una crisis generalizada mientras desoye las voces de alerta de algunas instancias nacionales e internacionales (Gligo et al, 2020). Esto, precisamente, lo advierten los entrevistados sugiriendo la necesidad de realizar cambios profundos y estructurales al actual modelo de desarrollo económico del país. Así, es necesario modificar los paradigmas de progreso que han sido trazados por los diferentes sectores de la economía nacional y que se han desarrollado al margen de la sostenibilidad ambiental, si lo que se quiere es alcanzar mejoras sustantivas en la calidad ambiental y salir de la crisis a la que nos vemos abocados al mantener la actual estrategia de desarrollo, más aún, bajo un escenario de posconflicto que nos ha enfrentado a nuevos retos ambientales.

Por otra parte, y en cuanto al impacto que para el medio ambiente del país trajo la firma del Acuerdo de Paz, es claro que se pueden diferenciar tanto impactos positivos como negativos, tal como subyace dentro del texto. Dentro de los impactos positivos encontramos (1) la posibilidad de acceso a áreas de especial importancia ecológica para el estudio de la biodiversidad en ellas; (2) el desarrollo de esquemas de Pago por Servicios Ambientales y la vinculación de familias a estos esquemas; (3) la Zonificación Ambiental del Territorio que dio como resultado la elaboración de dieciséis mapas con los que se pudo obtener: (a) el inventario actualizado de las áreas ambientalmente estratégicas y su estado de transformación por usos agropecuarios; (b) identificación de áreas condicionadas de la Frontera Agrícola que permiten usos productivos agropecuarios y; (c) la identificación de áreas altamente conservadas por fuera de las categorías normativas de protección; entre otros. (4) la sustitución de cultivos de uso ilícito en áreas de Parques Naturales Nacionales y en Zonas de Reserva Foresta.

En cuanto a los impactos negativos, también se han identificado; (1) la persistencia de los atentados a los oleoductos pues, aunque se presentó una disminución de estos hechos terroristas, los atentados a oleoductos no cesaron como se esperaba. Los reportes oficiales indican que entre 2016 y 2020 se presentaron 233 atentados al oleoducto Caño Limón Coveñas solamente (Crudo Transparente, 2021); (2) aumento de la deforestación tal como fue mencionado con el primer capítulo del libro por Martín von Hildebrand, Rodrigo Botero y Gabriela Eslava. Según Linares (2019), una vez firmado el Acuerdo a finales de 2016, se empezó a mostrar una gran preocupación por el “el incremento alarmante de la deforestación”, las cual se acentuó principalmente en los departamentos de Amazonas, Guaviare, Putumayo, Meta y Caquetá, siendo estos dos últimos departamentos los más afectados (Linares, 2019); de tal manera que la deforestación en el país aumentó en un 44% aproximadamente a partir de la firma del Acuerdo Final 2016 y, en el año 2017, la tasa de deforestación nacional anual se incrementó a un 70% en la región de la Amazonía colombiana, según datos del IDEAM (Linares, 2019).

“Nuestro desafío ambiental” es un libro que, de la mano de expertos en la materia, estudia a fondo las causas de la crisis ambiental que afronta nuestro país. El análisis especializado y actual que aportan los entrevistados en torno al tema ambiental hace que este libro tenga un gran valor académico. Se recomienda la lectura de este texto a aquellos que se declaran amantes de los temas ambientales.


Para citar: Carolina Montes Cortés, “Reseña del libro: “Nuestro desafío ambiental: Diecinueve expertos hablan sobre el impacto del cambio climático en Colombia y sus retos socioeconómicos con el Proceso de Paz y la pandemia del covid-19” de Nicolás Wild Botero” en Blog Revista Derecho del Estado, 18 de marzo de 2022. Disponible en: https://blogrevistaderechoestado.uexternado.edu.co/2022/03/18/resena-del-libro-nuestro-desafio-ambiental-diecinueve-expertos-hablan-sobre-el-impacto-del-cambio-climatico-en-colombia-y-sus-retos-socioeconomicos-con-el-proceso-de-paz-y-la-pandemia-del-covid-19-de-nicolas-wild-botero/