El Plebiscito Constitucional de Chile: Un resultado que deja un escenario abierto
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Por: Dra. Pamela Figueroa[1]
El pasado 4 de septiembre de 2022 se llevó a cabo en Chile el Plebiscito Constitucional, que tenía como finalidad ratificar, o no, el texto propuesto por el órgano constituyente. La ciudadanía rechazó ampliamente la propuesta. Este plebiscito era el último paso estipulado en la trayectoria constitucional acordada en noviembre de 2019, luego de que un estallido social de amplias proporciones, generara el contexto para que los principales partidos políticos con representación en el Congreso firmaran el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución.
Sin embargo, y a pesar de que en términos jurídicos dicho plebiscito ponía fin al proceso constituyente estipulado en la ley 21.200 de diciembre de 2019, el problema constitucional de Chile sigue abierto, y las fuerzas políticas de los diversos sectores políticos se encuentran deliberando y negociando las diversas alternativas de resolución de la cuestión constitucional.
Pero, ¿por qué si el resultado del plebiscito fue claro y contundente, el problema constitucional sigue abierto? Responder a esta pregunta nos lleva a tener una mirada amplia y longitudinal para entender los aspectos de contexto, políticos y legales del cambio constitucional en Chile.
Para dilucidar el contexto es importante señalar que el cambio constitucional en Chile se explica por dos hipótesis: a) la hipótesis del origen autoritario de la Constitución vigente, y b) la hipótesis de modernización, es decir, el cambio social experimentado por la sociedad chilena en los últimos 40 años requiere una actualización de sus instituciones. Es así, que distintos sectores políticos y sociales han promovido el cambio constitucional desde la propia promulgación del texto en 1980. Sin embargo, y a razón de las trabas que la propia constitución tenía para el cambio total, no fue hasta noviembre de 2019, que se dieron las condiciones para un acuerdo político amplio que permitiera alcanzar el quorum de 2/3 de ambas cámaras para reformar el capítulo XV de la Constitución, y así convocar a un plebiscito para que la ciudadanía decidiera sobre el devenir constitucional.
En octubre de 2020, en plena pandemia, un 78% de los electores que participaron del plebiscito aprobaron la idea de cambiar la Constitución a través de una Convención Constitucional electa por la ciudadanía. Este acto electoral se realizó con voto voluntario, y concurrió a votar el 50,98% del electorado. En mayo de 2021 se eligió la Convención Constitucional, con una regla de representación paritaria, escaños reservados y una alta representación de independientes junto a los partidos políticos. En un período de 12 meses, la Convención Constitucional deliberó, en un proceso que partía de siete comisiones temáticas, y las propuestas de dichas comisiones debían contar con 2/3 de los votos del plenario para pasar a ser una norma de la propuesta constitucional. La fragmentación en la representación y la forma de deliberación dio como resultado un texto que incorporaba una sumatoria de demandas y mostró una dificultad de articulación política.
Cuando el 4 de julio de 2022 la Convención puso la propuesta de texto a disposición del Presidente de la República y la ciudadanía, se dio un amplio debate sobre el texto y más aún un juicio sobre el comportamiento de la Convención. Una campaña de desacreditación del trabajo de los constituyentes, junto a noticias falsas, se sumó a la distancia que la propuesta de texto tenía con la elite política y a una sociedad fragmentada que enfrentaba el escenario postpandemia con una crisis económica y de seguridad.
El 4 de septiembre de 2022 el Plebiscito Constitucional fue con voto obligatorio, y con un nuevo sistema de georreferenciación que acercó a los ciudadanos a los locales de votación que se determinaron según su domicilio electoral. Ese día un 85% de las personas con derecho a voto concurrieron a las urnas. Alrededor de 5 millones de nuevos electores mostraron su preferencia. El resultado fue un rotundo rechazo de la propuesta constitucional, con un 61,89% de los votos.
El rechazo a la propuesta constitucional no pone fin al proceso constituyente. Si bien en términos jurídicos no se contempla un nuevo proceso, para gran parte de la sociedad una nueva Constitución sigue siendo necesaria. Es así que al día de hoy, el Congreso debate sobre cuáles serán los pasos a seguir. Cualquier decisión requiere de una nueva reforma Constitucional, hoy con un quorum de 4/7 de ambas cámaras.
[1] Académica Instituto de Estudios Avanzados de la USACH. Coordinadora Observatorio Nueva Constitución
Para citar: Pamela Figueroa, “El Plebiscito Constitucional de Chile: Un resultado que deja un escenario abierto” en Blog Revista Derecho del Estado, 21 de octubre de 2022. Disponible en: https://blogrevistaderechoestado.uexternado.edu.co/2022/10/21/el-plebiscito-constitucional-de-chile-un-resultado-que-deja-un-escenario-abierto/